René Descartes
"Daría
todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro".
Datos curiosos y relevantes.
Conocido
como Cartesius, que era la forma latinizada en la cual escribía su nombre,
nombre del que deriva la palabra cartesiano.
Hizo famoso
el célebre principio cogito ergo sum, ("pienso, luego
existo"), elemento esencial del racionalismo occidental.
Escribió una
parte de sus obras en latín, que era la lengua internacional del conocimiento y
la otra en francés. En física está considerado como el creador
del mecanicismo, y en matemática, de la geometría analítica. Se
lo asocia con los ejes cartesianos en geometría, con la iatromecánica y la
fisiología mecanicista en medicina, con el principio de inercia en física, con
el dualismo filosófico mente/cuerpo y el dualismo metafísico materia/espíritu.
No obstante parte de sus teorías han sido rebatidas -teoría del animal-máquina-
o incluso abandonadas -teoría de los vórtices-. Su pensamiento pudo aproximarse
a la pintura de Poussin por su estilo claro y ordenado.
Su método filosófico
y científico, que expone en Reglas para la dirección de la mente (1628) y más explícitamente en su Discurso del
método (1637), establece una
clara ruptura con laescolástica que
se enseñaba en las universidades.
Está caracterizado por su simplicidad —en su Discurso del método únicamente
propone cuatro normas— y pretende romper con los interminables razonamientos
escolásticos. Toma como modelo el método matemático, en un intento de acabar con el silogismo aristotélico empleado
durante toda la Edad Media.
Biografía
Durante la Edad
Moderna era también conocido por su nombre latino Renatus
Cartesius. Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, hoy en día llamadaDescartes en su honor,
después de que su madre abandonara la ciudad de Rennes, donde se había declarado una epidemia de peste.
Pertenecía a una familia de baja nobleza, siendo sus padres, Joachim Descartes,
Consejero en el Parlamento de Bretaña. Era el tercero de los descendientes del
matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard,
por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes.
Infancia y
adolescencia
La temprana
muerte de su madre, Jeanne Brochard, pocos meses después de su nacimiento, le
llevó a ser cuidado por su abuela, su padre y su nodriza. Será criado a
cargo de una nodriza a la que permanecerá ligado toda su vida en casa de su
abuela materna. Su madre muere el 13 de mayo de 1597, trece
meses después del nacimiento de René y pocos días después del nacimiento de un
niño que no sobrevive.

Estatua de René
Descartes en La Haye-Descartes.
Su padre
comenzó a llamarle su «pequeño filósofo» porque el pequeño René se
pasaba el día planteando preguntas.
A los 18
años de edad, Descartes ingresó a la Universidad de Poitiers para estudiar
derecho y medicina. Para 1616 cuenta con los grados de bachiller y licenciado en
Derecho.
A los
veintidós años parte hacia los Países Bajos, donde observa los preparativos del
ejército de Mauricio de Nassau para la inminente Guerra de los
Treinta Años. En 1618, y 1619 reside en Holanda. Allí conocerá a un joven
científico, Isaac Beeckman, con quien durante varios años mantiene una
intensa y estrecha amistad. Para él escribe pequeños trabajos de física, como
"Sobre la presión del agua en un vaso" y "Sobre la caída de una
piedra en el vacío", así como un compendio de música. En 1619 se enrola en
las filas del duque Maximiliano de Baviera. Acuartelado cerca de Baviera
durante el invierno de 1619, pasa su tiempo en una habitación calentada por una
estufa, donde tiene tres sueños sucesivos que interpreta como un mensaje del
cielo para consagrarse a su misión de investigador. De esa época posiblemente
data su concepción de una matemática universal y su invento de
la geometría analítica.
Renuncia a
la vida militar en 1619. Abandona Holanda, vive una temporada en Dinamarca y
luego en Alemania, asistiendo a la coronación del emperador Fernando en
Frankfurt. Viaja por Alemania y regresa a Francia en 1622, estancia que
aprovecha para vender sus posesiones y así asegurarse una vida independiente.
Pasa una temporada en Italia (1623-1625), donde sigue de cerca el itinerario
que décadas antes había hechoMichel de Montaigne.
Etapa investigadora
En noviembre
de 1618 conoció en Breda a Isaac Beeckman, quien
intentaba desarrollar una teoría física corpuscularista, muy basada en
conceptos matemáticos. El contacto con Beeckman estimuló en gran medida el
interés de Descartes por la matemática y la física. Pese a los constantes
viajes que realizó en esta época, Descartes no dejó de formarse y en 1620 conoció en Ulm al entonces
famoso maestro calculista alemán Johann Faulhaber. Él mismo refiere que,
inspirado por una serie de sueños, en esta época vislumbró la posibilidad de
desarrollar una «ciencia maravillosa».16 El
hecho es que, probablemente estimulado por estos contactos, Descartes descubre
el teorema denominado de Euler sobre lospoliedros.
A pesar de
discurrir sobre los temas anteriores, Descartes no publica entonces ninguno de
estos resultados. Durante su estancia más larga en París,
Descartes reafirma relaciones que había establecido a partir
de 1622 con otros intelectuales, como Marin
Mersenne y Guez de Balzac, así como con un círculo conocido como «Los
libertinos». En esta época sus amigos propagan su reputación, hasta el punto de
que su casa se convirtió entonces en un punto de reunión para quienes gustaban
intercambiar ideas y discutir. Con todo ello su vida parece haber sido algo
agitada, pues en 1628 libra
un duelo, tras el cual comentó que «no he hallado una mujer cuya belleza
pueda compararse a la de la verdad».
Obras
Aunque se
conservan algunos apuntes de su juventud, la primera obra de Descartes
fue Reglas para la dirección del espíritu, escrita en 1628, aunque
quedó inconclusa, y que se publicó póstumamente en 1701. Luego Descartes
escribió El mundo o tratado de la luz y El hombre,
que retiró de la imprenta al enterarse de la condena de la Inquisición a
Galileo en 1633, y que más tarde se publicaron a instancias de Gottfried
Leibniz. En 1637 publicó el Discurso del método para dirigir bien la
razón y hallar la verdad en las ciencias, seguido de tres ensayos
científicos: La Geometría, Dióptricay Los
meteoros. Con estas obras, escritas en francés, Descartes acaba por
presentarse ante el mundo erudito, aunque inicialmente intentó conservar el
anonimato.
En 1641
publicó las Meditaciones metafísicas, acompañadas de un conjunto
de Objeciones y respuestas que amplió y volvió a publicar en
1642. Hacia 1642 puede fecharse también el diálogo, obra póstuma, La
búsqueda de la verdad mediante la razón natural.
En 1644
aparecen los Principios de filosofía, que Descartes idealmente
habría planeado para la enseñanza. En 1648 Descartes le concede una entrevista
a Frans Burman, un joven estudiante de teología, quien le hace
interesantes preguntas sobre sus textos filosóficos. Burman registra
detalladamente las respuestas de Descartes, y éstas usualmente se consideran
genuinas. En 1649 publica un último tratado, Las pasiones del alma,
sin embargo aún pudo diseñar para Cristina de Suecia el reglamento de una
sociedad científica, cuyo único artículo es que el turno de la palabra
corresponda rotativamente a cada uno de los miembros, en un orden arbitrario y
fijo.
De Descartes
también se conserva una copiosa correspondencia, que en gran parte canalizaba a
través de su amigo Mersenne, así como algunos esbozos y opúsculos que dejó
inéditos. La edición de referencia de sus obras es la que
prepararon Charles Adam y Paul Tannery a fines del siglo
XIX e inicios del XX, y a la que los comentaristas usualmente se refieren como
AT, por las iniciales de los apellidos de estos investigadores.
Filosofía
El padre de la filosofía moderna
Al menos desde que Hegel escribió sus Lecciones de historia de la
filosofía, en general se considera a Descartes como el padre de la
filosofía moderna, independientemente de sus muy relevantes aportes a las
matemáticas y la física. Este juicio se justifica, principalmente, por su
decisión de rechazar las verdades recibidas, p. ej., de la escolástica, combatiendo activamente los prejuicios. Y también, por haber centrado su
estudio en el propio problema del conocimiento, como un rodeo necesario para
llegar a ver claro en otros temas de mayor importancia intrínseca: la moral, la
medicina y la mecánica. En esta prioridad que concede a los problemas
epistemológicos, lo seguirán todos sus principales sucesores. Por otro lado,
los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus
teorías, sea para desarrollar sus resultados o para objetarlo. Este es el caso
de Pascal, Spinoza, Newton, Leibniz,Malebranche, Locke, Hume y Kant, cuando menos. Sin embargo, esta manera de juzgarlo no debe impedirnos
valorar el conocimiento y los estrechos vínculos que este autor mantiene con
los filósofos clásicos, principalmente con Platón y Aristóteles, pero también Cicerón y Sexto Empírico. Descartes aspira a «establecer algo firme y durable en las
ciencias». Con ese objeto, según la parte tercera del Discurso,
por un lado él cree que en general conviene proponerse metas realistas y actuar
resueltamente, pero prevé que en lo cotidiano, así sea provisionalmente, tendrá
que adaptarse a su entorno, sin lo cual su vida se llenará de conflictos que lo
privarán de las condiciones mínimas para investigar. Por otra parte, compara su
situación a la de un caminante extraviado, y así concluye que en la
investigación, libremente elegida, le conviene seguir un rumbo determinado.
Esto implica atenerse a una regla relativamente fija, un método, sin
abandonarla «por razones débiles»...
La filosofía moral
Descartes
construye su filosofía moral sobre tres bases: la Metafísica,
la Razón,
y la Tradición
Estoica. Para él la moral era una ciencia, la más alta y perfecta, y
sus raíces se encuentran en la Metafísica, al igual que para las demás
ciencias. Así pues nos habla de la existencia de Dios, del lugar del
hombre en la naturaleza, formula la teoría del dualismo mente-cuerpo, y
defiende el libre albedrío. Por otra parte afirma su
racionalismo cuando nos dice que la razón es suficiente al hombre para la
búsqueda de los bienes que debe perseguir, y también cuando afirma que la virtud consiste
en el «razonamiento correcto» que debería guiar nuestras acciones.
La calidad
del razonamiento depende de los conocimientos, ya que una mente bien informada
se encuentra en mejores condiciones para tomar buenas decisiones. Las
condiciones mentales también influirán en el proceso de razonamiento y por esto
Descartes afirma que una filosofía moral completa debe incluir el estudio del
funcionamiento del organismo humano. El discutió estos temas en su
correspondencia con la Princesa Isabel de Bohemia y
como resultado decidió escribir su tratado «Las Pasiones del Alma», que
contiene un estudio de los procesos y reacciones psicosomáticos en
el hombre, con un énfasis en las emociones y pasiones.
El hombre
debería buscar el «bien supremo», que Descartes, siguiendo a Zenón,
identifica con la virtud, que nos produce una felicidad sólida o placer
espiritual, que supera el placer físico. También habla de Aristóteles, para
quien la felicidad dependía de los bienes de fortuna, que Descartes no
desprecia, en cuanto contribuyen a la felicidad, pero nos señala que en buena
parte se encuentran fuera de nuestro control, en tanto que sí que podemos
controlar nuestra mente.
Descartes
hizo sus escritos sobre moral o ética en la última parte de su vida, no
obstante antes, en su obra Discurso del método adoptó tres máximas
que le permitieran actuar, al mismo tiempo que ponía en duda todas sus ideas.
Estas máximas se conocen como su "moral provisional".